Hoy os traigo otra entrega de soluciones a problemas.
Esta vez de la mano de un gran trompetista de jazz con mucha guasa y un gran corazón.
El mismísimo Dizzy Gillespie.
Me pasaría horas hablando de este grandullón que era de traca.
Pero vamos al lío.
Para quien no lo conozca, deciros que fue una figura muy influyente dentro del mundo del jazz, uno de los padres del bebop y el jazz afrocubano, que tocaba con una trompeta un tanto peculiar.
¿Y la trompeta fue siempre así?
Pues no, de ahí la historia que os traigo.
Hay varias versiones de como sucedió.
Una de ellas dice que dejó el instrumento en un soporte para trompetas, éste se cayó, doblando la trompeta en un ángulo de 45º.
Otra nos cuenta que fueron dos amigos que, sin querer, cayeron sobre ella durante la fiesta de cumpleaños de la mujer de Dizzy.
También tenemos la que cuenta él mismo en una entrevista, donde dice que un espectador, durante un concierto, molesto porque el sonido le daba directamente en la cara decidió doblarla para arriba.
Sea cual sea la versión real, lo que sí es cierto es que se encontraba ante un problema.
Su instrumento, su medio de trabajo estaba dañado.
¿Buscó más problemas?
No. Buscó soluciones.
Como no tenía otra trompeta, decidió tocar con ella así.
¿Qué ocurrió?
Pues que no solo el sonido le pareció fantástico si no que, a la hora de tocar el instrumento, le facilitaba visión para poder leer la partitura.
¡Eso es actitud!
Si tú también has alcanzado el nivel Dizzy, tienes toda mi admiración.
Si por lo contrarió te has quedado en tu trompeta dañada y solo piensas ¡menudo lío, menudo lío!
No quiero que sufras innecesariamente ya que hay solución para todo,
Si tú tienes ganas yo puedo ayudarte.
Te enseñaré a sacar más a menudo esa imaginación vergonzosa que le cuesta tanto saludar.
El miedo al rechazo nos hace reprimirla.
En mis sesiones no encontrarás rechazo, por lo contrario, ganarás en creatividad y sentido del humor.
¡Si es qué más fácil no te lo puedo poner!
Reserva tu primera sesión gratis y veamos la idea o problema que te nubla la cabeza.
Te aseguro que saldrás con un sol radiante a ritmo de bossa nova.