Hay algo en la pintura naif que me enternece de sobremanera.
Cómo, artistas sin técnica, pueden llegar a realizar pinturas bellamente abrumadoras desprovistas de perspectiva y proporciones.
Si a eso le sumamos
Una mente frágil
Como el caso de mi amiga Séraphine, entonces tienen toda mi absoluta admiración.
Con mis historias quiero que conozcáis a personas que a pesar de las adversidades de la vida deciden apostar por lo que quieren.
La superación no es solo un logro reconocido.
La superación es el día a día, es subir un escalón al que jamás pensaste que llegarías, es resolver problemas, es conseguir salir a la calle sin miedo…
Pero también es, darte de bruces una y otra vez, aprender de los golpes y poner refuerzo para la siguiente caída.
Al final la vida no es más que una gran yincana.
Bueno, vamos al lío.
Es muy importante que sepáis, que la infancia es nuestro primer contacto con el aprendizaje.
Absorbemos y aprendemos de todo lo que nos rodea sin miedo a nada.
El papel del adulto es primordial para indicarnos que está bien y que está mal, y sobre todo proporcionar cariño que es un pilar básico para nuestro comportamiento futuro.
Si careces de una vas coj@ y si careces de las dos entonces vas recoj@.
Solo depende de ti, una vez de adulto, aprender a gestionarlo, teniendo en cuenta que ya no puedes cambiar el pasado.
El caso es, que mi linda Séraphine, iba la pobrecina recoja.
Pero empecemos desde el principio.
Séraphine Louis, también conocida como Séraphine de Senlis, fue una pintora naif.
Con siete años, nuestra querida amiga, era una pastorcita de la Francia rural del siglo XIX.
En su corta vida había perdido a su madre con apenas un añito y a su padre con tan solo seis años.
Quedando a cargo de su hermana mayor que no le hacía ni pizca de gracia tener que cuidar de Séraphine.
Imaginaos lo duro que tuvo que ser para una niña de 6 años, la soledad de la infancia y sentir que no se la quería en ningún sitio.
No le quedó más remedio que encerrarse en ella misma para sentir algo de calor.
Su abstracción era la propia naturaleza de la que disfrutaba y que más tarde plasmaría en sus obras.
Con diez años comienza a trabajar en el convento de Senlis (Francia), como persona de servicio.
Pasará veinte años al servicio de las monjas, en un principio le gustaba la vida en el convento y vivir en el abrazo de Dios.
Durante este tiempo Séraphine pinta y descubre con las primeras pinceladas que su silencio interior se vuelve sonoro.
La libera, viviendo así en un mundo diferente al resto y hablando el mismo idioma que la naturaleza.
Sin enseñanzas de ningún tipo y sin ayuda de nadie decide dejar con treinta años la frialdad de las monjas para probar la indiferencia de la burguesía.
Gracias a su discreción y su carácter reservado encuentra trabajo en una casa en Senlis.
¡Querida Séraphine, no sabes lo qué esta decisión cambiará tu vida!
La casa donde desempeña sus funciones es el lugar de descanso del marchante, crítico de arte y coleccionista Wilhelm Uhde.
Queda prendado de un cuadro y sorprendido al saber que su autora es Séraphine.
Decide comprar todos los cuadros de nuestra amiga y promocionarla como pintora naif.
Da comienzo la primera guerra mundial y pierden el contacto.
Ella continúa pintando.
Debido a su precariedad Séraphine elabora sus propias pinturas.
Usa plantas, flores, tierra del cementerio e incluso sangre para poder sacar diferentes pigmentos.
Y sigue pintando.
En 1927 el destino los pondría de nuevo en el mismo camino.
Wilhem Uhde se convertiría en mecenas de Séraphine.
Fijaos como la vida puede cambiar de un momento a otro, por eso tenéis que aprovechar todo lo que os venga.
Nuestra amiga quería pintar, era la forma de liberar su soledad interior, plasmando la naturaleza que tantas veces le había hecho compañía.
A pesar de la fragilidad de su mente, sabía lo que quería.
La vida de Séraphine fue mucho más compleja, pero me he querido centrar en su objetivo que era pintar; el trayecto, mostrando su nada agradable vida, y por supuesto el desenlace, donde nuestra amiga vende todas sus obras.
El esfuerzo y la tenacidad son dos armas muy poderosas para conseguir tus metas.
Lo bueno es que las tienes, solo tienes que empezar a usarlas.
Y yo tengo el manual de instrucciones para que puedas sacar el máximo provecho.
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Si quieres conocer un poquito más a Séraphine, en el 2008 se estrenó una bonita película sobre su vida titulada Séraphine.